Buenas tardes. Ante todo agradecerle a Pobre Pecador este hueco para mis neuras. Mi nombre es V9. Bueno, realmente mi nombre como supondrás no es ése. Mi nombre real es Varianza9.
Joven inversor de 45 años (me siento joven, vale?).
Pues claro que eres joven...¡Mira qué pelazo!
Empezaré por el principio.
Mis padres fueron niños de la posguerra. Miseria, piojos y hambre. En cuanto pudo, mi padre emigró. 2 años en Francia y 6 en Alemania. Lo mismo que pasa ahora en España, pero al revés.
Mi madre era criada interna en una casa bien. Un nivel más bajo y sería esclava.
Mis padres se casaron en los años 60 por poderes. Buscadlo en internés, veréis lo que es. Mi padre venía una vez al año de Alemania con el sueldo casi íntegro. Esto es lo que llamamos VIDA FRUGAL y que predican muchos como una virtud. Durante ese año mi padre comía de la comunidad española. Venía con la melena porque ni en barbero gastaban. Venía un mes, dejaba embarazada a mi madre y se iba de nuevo. Así juntaron 5 hijos.
En fin. De mis padres aprendí lo que es el AHORRO EXTREMO. Ni que decir tiene, que yo no estrené ropa hasta que me la pude comprar yo mismo.
Alimentar 7 bocas cuesta mucho dinero. Hoy somos familias con un hijo, dos a lo sumo y no nos llega…
Mi padre se vino de Alemania con una promesa de trabajo, que se quedó en promesa. Esa fue la época con más estrecheces que recuerdo.
De todas las cosas se saca algo bueno. Yo aprendí que el dinero cuesta mucho ganarlo, pero muy poco gastarlo.
Mis padres montaron una panadería, luego una tienda de comestibles, luego diversos negocios que más o menos fueron bien, y cuarenta años después el patrimonio de mis padres era…bueno.
El primer contacto que tuve con la bolsa fue de niño cuando me enteré que mi padre había comprado Matildes (buscadlo también), en aquellos años 60, cuando en España la cultura financiera 0. Ahora es 0.1.
Mi padre cobra una paga de Alemania, otra de España, y dos veces al año de Telefonica.
He de decir que aunque en mi casa la cosa cada vez estaba mejor, mis padres habían pasado tantas estrecheces, que no se perdía un duro. Viajes 0. Ropa de marca 0. Lujos 0.
Es más, yo no me enteré de que mis padres tenían dinero hasta el año 2007, cuando me embargaron la casa y mis padres me sacaron del aprieto.
Vuelvo a la niñez. Recuerdo que cuando niño estaba ávido de dinero. Todo lo que caía en mis manos se iba directo a la hucha. A los 12 años, ya tenía un dinero importante, creo recordar unas 75.000 pesetas (450 euros). Mi padre por aquel entonces quería comprar una máquina para la tienda. Hicimos un trato. Yo le dejaba las 75.000 pelas y el un año después me daba un 5% de intereses. Realmente flipé. Fué mi primer contacto con el INTERÉS SIMPLE.
Al año siguiente recibí 3750 pesetas sin hacer nada. Me propuso no cogerlas, sino sumarlas al capital inicial. El segundo año recibí 3950 pesetas, sumadas al CAPITAL INICIAL me daban 82700 pesetas. Ese fue mi primer contacto con el INTERÉS COMPUESTO.
Esas 82700 pesetas, más lo que había ahorrado esos dos años, me ponía en más de 100.000 pesetas. La verdad es que era un niño muy raro ahora que lo pienso.
Ya tenía 14 años, y al entrar en el instituto, nos obligaron a abrir una cuenta en Caja Postal, por el tema becas y tal. Yo abrí mi cuenta, e ingresé el dinero que tenía. Allí fliparon un poquillo cuanto les dije que eran “mis ahorros”. Entonces el director del banco me llamó a la oficina y me dijo que tenían unos depósitos al 6.5 % que eran del Banco de España. El cupón eran 100.000 pesetas. Dos años después, Caja Postal ya me había regalado 13.000 pesetas.
Mientras tanto...
Con 16 años y un capital importante, abrí cuenta en el Banco Hispano Americano, que tenía una sucursal en mi pueblo, con un cartel enorme, y parecía muy importante.
La primera OPERACIÓN BURSÁTIL que hice fue comprar acciones de este banco, que luego se convirtieron en acciones del Banco Central Hispano Americano, y luego en Santander Central Hispano Americano, y a la postre sólo Santander. Es curioso, cada X me llamaban de la oficina, porque tenían regalos para los accionistas. Me regalaron paraguas, impermeables, una sombrilla para la playa. Siempre eran regalos útiles para un chaval de 16-17 años.
Regalos útiles para un chaval de 16-17 años
También de vez en cuando me regalaban dinero por tener acciones con ellos.
Incluso me regalaban acciones. Es lo que llamamos DIVIDENDOS. Yo lo llamaba "dinero gratis".
Con el tiempo, entre clases particulares, trabajos esporádicos, becas, y la "paga" de mis padres fui juntando dinero para seguir comprando acciones de otras EMPRESAS COTIZADAS.
El año que cumplí los 18 años, se estrenó nuestro querido IBEX 35... Enero de 1992. ¡Qué recuerdos aquellos!.
Bueno amiguitos, seguiremos la historia si ustedes quieren en el capítulo 2, para que nuestro Pobre Pecador no tenga que trabajar demasiado.
Un S3.