Esto se nos hunde, se nos desmonta el chiringuito, como no cambien las tornas.
He leído una noticia en el períodico "Cinco Días", muy preocupante, en le que nos dice que por cada persona y media trabajando, hay una cobrando una prestación (paro, pensión...).
O sea, tú que me estás leyendo...y tú... más este que suscribe somos 3...Pues por nosotros tres que cotizamos a la Seguridad Social...hay 2 personas que están cobrando, algún tipo de subsidio o pensión. Eso es increíblemente inadmisible, para cualquier sistema.
Y nuestros ineptos políticuchos...mirando para otro lado y diciendo ¡TÚ MÁS!
Una foto muy gráfica...uno curra y los otros miran. Uno aporta a las arcas del Estado y los otros no, pero todos cobran...y eso es insostenible para cualquier país...
No nos cansamos de leerlo en todos los blogs que seguimos, que no nos va llegar para cuando nosotros nos jubilemos y que tenemos que crearnos nuestra propia "pensión". Pero yo, hasta ahora no lo había visto con números tan detallados, en los que nos viene a decir lo que todos ya sabemos: Que esto no puede seguir así y que o cambamos la situación, o esto se nos hunde.
Hago el "copia y pega":
España tiene ahora un nivel de cobertura socioeconómica desconocidamente bajo, con solo 1,5 personas cotizando por su trabajo por cada persona con una prestación pública, ya sea una pensión de la Seguridad Social o una prestación o subsidio por desempleo. Con esa proporción, y atendiendo solamente a los mecanismos estatales de protección contra la vejez, la enfermedad y el desempleo, de cada cinco personas, tres pagan y dos cobran; de cada diez, seis contribuyen y cuatro reciben prestación pública; esto es: un 60% soportan con sus cotizaciones las prestaciones del 40% restante.
Las cotizaciones de los activos se destinan básicamente a dos contingencias: la pensión de jubilación (además de la de invalidez y bajas por enfermedad) y la prestación por desempleo en su modalidad de seguro y subsidio. En el caso de la Seguridad Social, tiene únicamente 1,82 cotizantes por cada pensión que abona, una tasa de cobertura en absoluto suficiente para financiar el sistema de pensiones, que registra un déficit de unos 12.000 millones de euros. Pero la tasa de cobertura económica es aún más preocupante cuando la balanza se inclina hacia el plato de los pasivos con los desempleados con prestación: desciende hasta 1,48 contribuyentes por perceptor.
El último día de enero pasado la Seguridad Social disponía de algo más de 19 millones de afiliados, aunque únicamente tenían empleo 17,104 millones. El resto son desempleados que mantienen su cotización mientras perciban el seguro de paro, que corre a cargo de las arcas del Estado, y que por su naturaleza temporal decaen pasados unos meses. Con la cotización de los citados 17,1 millones de ocupados deben financiarse en un reparto generacional continuo los 9,36 millones de pensiones (con una cuantía media de 893 euros por catorce pagas) que perciben los 8,5 millones de pensionistas que hay en España.
Y de esos mismos 17,1 millones de cotizantes (la aportación para sustentar el seguro de paro figura separadamente de la cotización general, pero la ingresa y gestiona también el Estado a través de la Seguridad Social) salen los recursos para abonar la prestación por desempleo de los 2,13 millones (2.134.099) de perceptores que la cobran. La suma de ambos colectivos de pasivos con prestaciones públicas es de 11.494898. Tal colectivo supone el 40% del total de cotizantes más perceptores.
La pérdida de fortaleza de la tasa de cobertura económica y social es imputable a la caída del empleo (en la crisis se perdieron 3,8 millones de puestos de trabajo, de los que solo se ha recuperado 1,3 millones), mientras que el número de pensionistas ha proseguido su parsimonioso pero imparable avance, y los desempleados con seguro aumentaron mucho en 2009 y 2010, pero descendieron una vez agotados los 24 meses de prestación acumulada con la cotización del ciclo alcista. Las tasas de cobertura o dependencia actuales no son sostenibles durante mucho tiempo, puesto que los recursos que aportan los cotizantes no son suficientes para mantener pensiones y seguro de paro. Solo un avance sostenido del empleo puede equilibrar las tasas, y con ellas, la salud financiera de la Seguridad Social. Con los números actuales, el sistema de pensiones registra un déficit abultado (no menos de 12.000 millones de euros), pese a haber estirado todo lo posible las bases de cotización en los últimos años y haber nacionalizado los beneficios de las mutuas de accidentes de trabajo.
2,5 cotizantes/pensión, punto crítico.
La Seguridad Social disponía de superávit solo cuando tenía al menos 2,5 cotizantes por pensión, tal como ocurría cuando estalló la crisis, en 2007, pero teniendo en cuenta que entonces, hace tan solo una decena de años, las bases de cotización eran más elevadas porque no se había producido la devaluación salarial que ha devuelto la competitividad exterior al país, y las prestaciones más bajas, puesto que cada vez se incorpora como pensionista gente con carreras más largas y aportaciones más generosas. Gráficamente, puede decirse que por cada pensionista que sale del sistema por defunción y que cobraba una media de 800 euros mensuales, entra uno nuevo recién jubilado que percibirá 1.350 euros por catorce pagas. Un diferencial solo asumible con un incremento en el número de cotizantes muy superior al de los pensionistas, y con aportaciones muy superiores.
Cataluña y País Vasco, peor que la media en Seguridad Social
Tanto Cataluña como País Vasco tendrían problemas para financiar las pensiones de sus moradores si como han planteado en varias ocasiones, la última por parte del País Vasco muy reciente, se regionalizase la caja de la Seguridad Social. Si solo utilizasen cada una de las regiones los recursos que aportan los cotizantes allí radicados, los sistemas de pensiones estarían en un abultado déficit a juzgar por el número de cotizantes y el colectivo de pensionistas, amén de qué cuantías tienen tanto las aportaciones como las pensiones. En el caso de Cataluña la relación de dependencia o cobertura del sistema está en 1,81 cotizantes por pensión, ligeramente inferior a la media (1,82), y donde solo Barcelona supera la media. En el País Vasco la relación es de 1,68, y solo Álava supera el 2 (2,04).
Un vistazo a las tasas de cobertura por regiones o por provincias permite detectar que solo cuatro comunidades (Madrid, Canarias, Baleares y Murcia) tienen dos cotizantes al menos por cada pensionista, y serían las únicas en las que las aportaciones de los activos permitirían asegurar las pensiones en sus territorios si la Seguridad Social estuviese regionalizada; afortunadamente, el sistema de pensiones tiene caja única, pues la solidaridad intergeneracional se extiende también a la interterritorial.
Por encima de la media de cobertura (1,82 cotizantes por pensión) están las comunidades de Navarra, Murcia, Madrid, Canarias, Baleares y Andalucía. La mayor holgura se produce en Madrid, con 2,59 cotizantes por cada pensión, mientras que los problemas más serios se presentan en Galicia y en Asturias. En ambos casos hay prácticamente un contribuyente por cada pasivo con prestación de jubilación o invalidez: en Asturias cotiza 1,14 personas por cada una que cobra, mientras que en Galicia aportan 1,23 personas por cada una que recibe prestación pública de Seguridad Social. Pero incluso en un par de provincias gallegas la relación es negativa, pues hay más perceptores de pensión pública que cotizantes. Es el caso de Lugo, con 0,97 contribuyentes por cada pensión, (tiene 115.000 cotizantes con empleo y 118.900 pensiones) u Orense, con 0,89 cotizantes por pensión (97.970 que pagan y 109.345 que cobran).
En una situación muy parecida están dos provincias de Castilla. Zamora tiene únicamente 54.837 cotizantes y 50.239 pensiones (1,09 contribuyentes por cada pensión pública), y en León solo cotizan 149.032 personas para financiar 142.518 pensiones públicas (1,04 cotizantes por prestación de Seguridad Social).
En la parte más holgada de las finanzas de la Seguridad Social se encuentran Almería, con 270.018 contribuyentes y solo 99.679 pensiones, y una tasa de solvencia de 2,7; la citada Madrid, con tasa de 2,59; Las Palmas, con 2,42 cotizantes por pensión; Tenerife, con 2,36; Guadalajara, con 2,09; o Málaga, con 2,08.
El desempleo deteriora la tasa de cobertura
Las dos comunidades en las que más se deteriora la tasa de cobertura socioeconómica con la incorporación de los pasivos con prestación por desempleo son Andalucía y Extremadura, ya que ambas tienen las tasas de paro más elevadas del país. Así, mientras que la relación cotizantes sobre pertceptores pasa del 1,82 al 1,48 con la incorporación de los parados con seguro y con subsidio, en Andalucía pasa de 1,87 (superior a la media nacional) al 1,35, mientras que en Extremadura desciende desde 1,66 a 1,19 cotizantes por cada pasivo con prestación.
En el caso de Andalucía, tiene ahora 566.122 parados con asistencia económica, más del 25% de todo el país, como consecuencia tanto del elevado desempleo como de la existencia del sistema de protección exclusivo junto con Extremadura para eventuales agrarios, que proporciona prestaciones a más de cien mil personas. De hecho, en Andalucía una cuarta parte de los pasivos con prestación pública son parados, no pensionistas. Las provincias con uso más intensivo del subsidio agrario para eventuales son Sevilla, Córdoba y Jaén. En el caso de Sevilla hay ahora prácticamente tanta gente cobrando subsidio agrario (28.197 personas) como seguro contributivo de paro (30.881). En Córdoba y en Jaén, sin embargo, el subsidio duplica y triplica, respectivamente, la cobertura contributiva de desempleo. El descenso de la tasa de cobertura con la contabilización del seguro de desempleo es también acusado en Canarias, también con desempleo elevado, ya que desciende la relación de dependencia de 2,39 a 1,71. Las tasas de dependencia o cobertura económica más estrechas con la incorporación de los parados se producen en Asturias, con un perceptor por cada cotizante (1,01) y Galicia (1,07).
Bueno, ya estoy de vuelta...¿son solo números que se le pueden dar la vuelta ?, ojalá...¿Es populismo de ese periodista y no es más que el típico asustaviejas?...No lo sé, yo diría que no ...y estoy muy preocupado con noticias como esta...
Ya no me vale eso de "Siempre que llueve, después escampa".
Normal que cada vez alarguen más y más la edad de jubilación, porque esto se hunde...
Pero claro, si la mejor idea de los iluminaos que nos gobiernan, es que cada vez tengamos que trabajar más años, pero no se crea empleo nuevo para los más jóvenes. se desmonta el chiringuito, lo miremos, por donde lo miremos. (Eso sí, nuestros ilustres diputados, incorruptibles ellos, je,je,je y con una legislatura de solo 4 añitos, ya tienen sueldo vitalicio, secretaria y chófer...los muy...).
La gente está harta, muy harta... de tanta mierda, de tanta corrupción, pero sobre todo de tanta precariedad...¿Y todavía nos sorprendemos de que aparezcan mesías con coleta?, ¿en serio?
Y esperaros, que todavía no se han jubilado los nacidos en los años 60, los del famoso "baby boom" que hubo en este país en esa década.
Nosotros los pequeños inversores, ya estamos intentando cubrirnos las espaldas para esa hecatombe que se cierne sobre las cabezas de los futuros pensionistas...Pero sinceramente...Si todo se colapsa, creo que no nos va a servir de nada...¿de qué te sirve tu maravillosa cartera si solo ves miseria a tu alrededor?... ¿No nos harían una especie de corralito a los que tuviéramos algo de patrimonio y nos expropiarían nuestros esfuerzos de todos estos años?, ¿o una subida brutal de impuestos a todos los "listos" que tienen inversiones en bolsa?. ¡Vaya ahora el asustaviejas soy yo!...O eso, o que me dan miedo las coletas...
Llamadme pesimista, pero pensadlo detenidamente...¿de qué nos serviría nuestras carteras en un país quizá quebrado y devastado?...¿Para irnos a otro país?...JODER
(Sí, definitivamente me comporto como uno de esos locos profetas apocalípticos)
OJALÁ DE VERDAD ESCAMPE...por la cuenta que nos trae.
Chistecito del día (Para quitaros el mal cuerpo)
En un restaurante uno de los comensales de una mesa, repara que el camarero, lleva una cucharilla de las de café en el bolsillo de la chaqueta.
Se fija un poco mas y comprueba que todos los camareros llevan cucharillas en los bolsillos de sus respectivas chaquetas.
Intrigado, le pregunta al camarero:
- Lo de la cucharilla en el bolsillo ¿es por algo?
- Si señor, es que ha habido una consultoría para ahorrar costes. En ella se ha comprobado que la cucharilla de café es la pieza que más veces se suele caer al suelo, nosotros la reponemos inmediatamente y en el siguiente viaje a la cocina volvemos a colocarnos otra. De esta forma ahorramos un 3 por ciento de nuestro tiempo.
- Muy inteligente, sí señor.
Al rato, el mismo comensal, observa que le cuelga un hilito hábilmente disimulado de la bragueta. Igualmente comprueba que todos los camareros están en la misma situación.
Vuelve a preguntar al camarero:
- Lo del hilito en la bragueta ¿seguro que también tiene una explicación?
- Efectivamente. En la misma auditoría se ha comprobado que por la cantidad de horas que nos pasamos en el restaurante, tenemos necesidad de ir varias veces al servicio. Con la cuerdecita nos la
sacamos sin tocarla, con lo cual evitamos perder tiempo lavándonos las manos... lo que produce un ahorro del 4 por ciento en el total de la jornada.
Se queda el comensal pensando y dice:
- Bueno para sacarla, muy bien, pero ¿cómo se la guardan?
- Los demás no lo sé, yo uso la cucharilla.