REFLEXIONES. UN HOMBRE AFORTUNADO. UN SUSPIRO
Por: S.A.R. Anónimo Primero
Hola a todos de nuevo, hermanos y primos en comunión con el ansia dividindera.
Quiero aprovechar esta oportunidad para lanzar unas pinceladas, unos pensamientos que me vinieron el otro día mirando un paisaje fluvial en mi pueblo, ahora que se acerca la primavera, poco tiempo después de celebrar el pasar del medio siglo en este planeta y con este cuerpo (serrano).
Entre trinos de pájaros y el rumor de las aguas (y el humo de las fábricas y el ruido de los coches), apoyado en un árbol, me vinieron a la mente varios flashes o imágenes, pensamientos rápidos, inconexos, pero no confusos para mí. Todo giraba en torno al “ansia” y el sentido de las cosas.
Tengo 51 tacos, no voy a vivir otros más. Tengo churumbelada y una señora que me acompaña y que, como un pepinillo, es agridulce. Cosas que con 11 años tenía claro que iba a tener, y que con 30ytantos y soltero, ya no. La vida me ha llevado hasta aquí con decisiones más o menos juiciosas o más o menos acertadas. Puedo decir que no me ha ido del todo mal la cosa de momento. No he pasado hambre, las enfermedades graves las he podido superar y tuve la suerte de que mi madre me dio a luz en un país con buen clima y con una seguridad social aceptable. El color de mi piel es claro, y aunque ya sin pelo, y el poco existente, cano, todavía conservo todas mis extremidades. Pude conocer a todos mis abuelos y a mis padres en vida. En el país donde vivo hace casi 100 años que no hay un conflicto bélico. Hay agua corriente y electricidad, y puedo pagarla.
Podríamos considerar que soy una persona afortunada. Muy afortunada. Mucho más afortunada que la inmensa mayoría de habitantes del planeta. (punto 1)
Por otro lado, empecé a trabajar con 16 años, mis padres pudieron costearme estudios universitarios, y tuve la suerte (de nuevo) de trabajar en lo mío desde que acabé las prácticas. Salvo un periodo, cuando la crisis del 2008, en el que aproveché para estudiar un master que no me ha servido para nada, he estado trabajando siempre hasta hoy. Esto, añadido a que estuve mucho tiempo soltero, me permitió acumular cierto capital que fui invirtiendo en lo que había entonces. Después, con la llegada de la familia, olvídate. Ahorrar cuesta mucho esfuerzo, e invertir es un vicio que llevo en secreto y anonimato.
No tengo una gran cartera. No me da para ser IF. Se puede considerar que estoy invirtiendo lo que recibo de dividendos. Tengo un capital que en caso de necesidad podría utilizar. En ese aspecto, podríamos decir que soy de los pocos en el planeta que puede decir lo mismo. Así que… sí, también se me podría considerar una persona afortunada, con una situación económica mucho mejor que la mayoría de habitantes del planeta. (punto 2)
Estoy convencido de que serían muchos millones de personas de este mundo las que darían con gusto una extremidad (o dos) por cambiarse conmigo.
Todo esto debería darme una tranquilidad y sosiego, ya no digo felicidad.( no voy a meterme en los charcos filosóficos de “¿por qué no soy feliz?” o “¿por qué no soy tan feliz como creo que debería ser”?) Pero por h o por b, siempre hay algo que me angustia: el futuro de la churumbelada, que si guerras, que si recesión, que si un análisis, que si esto, que si aquello…
… que si la bolsa. Que si sube, que si baja, que míra tú qué gelitonto fui de comprar esta, que qué idiota por no haber comprado aquella, joder, que me recortan los divis… voy a leer este artículo a ver si a) entiendo por qué ha pasado esto, o b) cómo ganar más pasta… Voy a probar a invertir en X que estoy leyendo que es la bomba… ¿y si lo meto en este fondo de Fulano que gana un 15%? ¿o mejor aquél que invierte en conserveras de calamares?
¡¡¡Joder!!! La bolsa ha caído un 5%! Ya viene la recesión. Y justo ahora que el churumbel mayor me ha pedido un ipad para los trabajos del instituto. ¡¡el horror!! ¡¡el fin!! Y mi mujer que me pide que cambiemos la nevera, que ya no enfría. ¿Por qué no pone los yogures marca blanca al final de la cueva, que hace frío y así no gastamos luz? ¡ostras! ¡yogures! Voy corriendo al Ladi a ver si pillo comida a medio caducar con el 30% de descuento, que hay que ahorrar…
Y así podría seguir, buscando el ahorro del céntimo, arriesgándote a una gastroenteritis por 50 céntimos de ahorro, buscando un fondo, un depósito de alta rentabilidad sin riesgo, inversión de crowlending con el 15% de interés,… buscando el santo grial del inversor sin éxito.
¿Y para qué?
Aquí cada uno pone su motivo. El mío es poder tener qué comer si la cosa se pone mal y no llego a jubilarme con una pensión que me permita subsistir y, en caso no necesario, poder apoyar a la churumbelada y que tenga la posibilidad de estudiar y no tener que estar obligados a trabajar en lo primero que les salga. Darles cierta tranquilidad financiera de inicio.
Y ahora la reflexión.
¿De verdad me estoy amargando la vida para poder “VIVIR” una vez cumpla 67 años? Pero si yo mismo me digo que igual no llego a los 67. ¿Entonces, por qué estoy amargándome el AHORA en favor de un MAÑANA que igual no llega? ¿Vale la pena todo esto? ¿Por qué no aprovecho y disfruto de lo explicado en el punto 1 y punto 2 y vivo feliz y tranquilo? ¿Aprovecharán mis churumbeles mi esfuerzo o harán como hice yo con los consejos de mis abuelos y padres y no les haré ni puñetero caso y haré lo que salga del chirri? Si es así, un/a chaval/a con 20 años agelipollao con dinero es más peligroso que un chimpancé suelto con una granada y una navaja en cada mano.
Y en estas estaba cuando me dí cuenta de que tenía los zapatos metidos en el agua, mi señora me gritaba que si estaba agelipollao que me caía la baba, y los churumbeles que habían querido venir conmigo estaban… ellas grabándose bailes de tik tok marcando el culo, y ellos jugando online con los móviles vete a saber con quién. Si no es que estaban apostando al pocker. Vete a saber. Se me había cagao una tórtola en la calva.
Ojo que me quedan 16 años para los 67. Millones de generaciones para la mosca del vinagre. 7 cm mas próximos Europa y África. Un suspiro.