¡Ponme una cañita!

Hola amigos , amigos hola...en capicúa.
Hoy traemos otro articulito de esos de "copia y pega" que he sacao de mi folletín fetiche que es "El confidencial". Para muchos, un periódico basura que peca de sensacionalista , y para otros, el único que se atreve a decirle ciertas cositas a los que mandan porque se supone que son independientes. Claro que muchos opinan que son de la cuerda de Podemos y del Psoe...pero como también parecen un poco pelotas con el Dios Paramés (al que le han regalado los oídos con varios artículos alabándole como el dios que es...), que hablen tanto de Cobas y otros fondos, choca con un podemita...En fin, no sé si son sensacionalistas, anti-sistema, amarillos, rojos, del coletas, anti-Trump, anti-PP, etc, etc...a mí me gusta leerlo.

Y hoy traemos otro artículo que bien podría ser una continuación de la anterior entrada (la de la gente que no se puede permitir un gasto inesperado), y en el hilo de otras entradas que ya hemos hecho...

El periodista se pregunta lo mismo que muchos hemos comentado más de una vez: "Si hay crisis, ¿cómo es que los bares y restaurantes están llenos?"

Yo añadiría: ¿donde está esa crisis?, ¿cómo es que intentas apartar un hotel para tus vacaciones y está todo petao para los tres meses de verano?.

Espera, espera que me ha parecido ver a mi primo, aumentaré la imagen...

Sí allí está...el del bañador rojo.

Bueno, en el artículo comenta que la crisis sigue pero que eso de pernoctar y salir por ahí con los amigos , es algo muy arraigado en las costumbres españolas, y que la gente prefiere gastarse 3 eurillos en una cerveza, que pensar en lo jodido que pueda estar su situación laboral y familiar...Y además es la forma más económica que tenemos para (aunque sea solo durante unas horillas) olvidarnos de lo perra que es la vida.

Siguiendo con lo que comentamos en la entrada del otro día, la verdad es que choca que no puedas afrontar la reparación inesperada de tu lavadora pero tu cañita en la terraza, esa es sagrada.

Yo no voy a defender a ese que sale todos los días al garito de la camarera esa tan guapa, a por su cafelito diario y su caña de las 2...y que luego las pasa putas pa llegar a fin de mes...allá cada uno, eso sí, si por su vicio diario tiene a sus churumbeles a pan y agua ..era pa darle de hostias hasta en el carné...pero insisto, allá cada uno (mientras luego el cabrón no vaya a pedir ayudas a Cáritas para alimentar a su prole...que tome las cañas que se pueda permitir, por supuesto...)

¿Pero una cañita de vez en cuando?¡ coño eso sí!...lo dije en otras entradas y lo corrobora el periodista...a eso se le llama socializar.

Vamos al lío. Hago el copia y pega:


HÉCTOR G. BARNÉS


Por lo general, la magnitud utilizada como indicador económico de un país es el Producto Interior Bruto. De un tiempo a esta parte, quizá unos siete años, han aparecido en las conversaciones coloquiales y en algún que otro debate político una nueva medida del éxito económico: la ocupación de las terrazas por parte de despreocupados bebedores de cañas. O al menos eso se desprende de la pregunta que todos hemos oído en algún momento, pronunciada con disgusto: “¿Por qué si hay crisis las terrazas están llenas?”, un clásico que volverá ahora que el calor vuelve a apretar.

Propongamos una teoría alocada. Las terrazas están llenas, entre otras razones, porque la gente no tiene dinero para más. Desde la crisis y su constante y gradual agotamiento de los ahorros de los españoles, muchos no tienen (tenemos) dinero para comprar un piso, un coche o pegarse unas grandes vacaciones, no digamos formar una familia. El paro ha aumentado, los sueldos y las pensiones se han estancado y el acceso al crédito es más difícil. Pero, aún más, se ha producido un vuelco en la mentalidad española, especialmente de los jóvenes: ante la incertidumbre por el propio futuro, ¿quién querría meterse en una hipoteca a 40 años?. Para eso, nos tomamos una cervecita y ahogamos las penas.
Su plan era no irse de vacaciones pero sí tomarse algo todas las noches con sus amigos. Resultado: ocio todos los días y pequeño ahorro a fin de mes.
Es el chocolate del loro a la inversa. ¿Conocen el origen de la expresión? La historia cuenta que una familia de aristócratas en decadencia, pero de tren de vida a todo trapo, decidió ajustar su economía doméstica decidiendo qué era necesario y qué accesorio. Llegaron a la conclusión de que tan solo podían prescindir del chocolate del loro, así que lo eliminaron de la lista de la compra. Y, obviamente, no solucionaron el problema. Las familias españolas han seguido forzosamente el proceso contrario: como han tenido que eliminar los grandes gastos, su loro puede seguir disfrutando de su chocolate. Es decir, una caña, cena o comida ocasional no causará un boquete en su cuenta corriente.

Recuerdo el plan de negocio de un amigo comerciante para el peliagudo verano de 2010. Su estrategia estival era no cogerse vacaciones, mantener la tienda abierta durante todo agosto –ese otoño se prometía movidito– y reinvertir parte del dinero del viaje veraniego en tomarse una caña a la salida del trabajo con la familia o los amigos. Todo eran ventajas: ocio diario a un coste menor que la semana en la playa. Y no se puede negar que en el sector de la restauración –y aún más el del terraceo– se rentabiliza hasta el último euro. Priva, fresquito, conversación y, a veces, salir cenado. Las franquicias de hostelería lo han entendido bien, como muestra el éxito de las cadenas 'low cost'.

Cuando ahorrar poco es no ahorrar.
Es un actitud habitual entre los menores de 35 años, aquellos que saben que nunca tendrán un trabajo para el resto de su vida, y que he escuchado cientos de veces, precisamente, entre cañas. La lógica es palmaria. Muchos de los que disponen de ingresos mensuales saben que, con la alta rotación del mercado laboral –hasta el Banco de España lo alertaba hace nada en un informe –es posible que el mes que viene, o el siguiente, o el otro, no tengan trabajo. De ahí que meterse en grandes inversiones sea una locura; una de las moralejas de la crisis ha sido que, cuando venga la siguiente, mejor que no te pille pagando una hipoteca de 700 euros.

"Prefiero gastarme los 30 euros que me sobran en algo que me gusta, porque si me pasa algo, no voy a poder pagarlo de todas formas".
Con una tasa de desempleo juvenil de un 41,65%, la mayoría de jóvenes no pueden ahorrar, y los que sí, lo hacen a duras penas. Y hay algunos que han decidido no hacerlo, algo que puede sonar, de entrada, irresponsable. Pero como me confesaba un amigo, “prefiero gastarme los 30 euros que me sobran en algo que me gusta, porque si me pasa algo, no voy a poder pagarlo de todas formas”. Tiene su lógica: ahorrar 30 euros es más o menos equivalente a no ahorrar nada. Vivimos en una aparente “cultura del capricho” (una entrada para un espectáculo, un videojuego, un libro, un viaje) que parte del principio de que, ya que el futuro es incierto, hacemos mejor disfrutando, aun epidérmicamente, que ahorrando en nuestros placeres cotidianos.

La cultura de consumo ha cambiado también sensiblemente. Si el coche y la casa fueron en la España del desarrollo postTransición dos ritos de paso y dos símbolos de estatus obligados, hoy, especialmente en las ciudades, y teniendo en cuenta “lo mal que está la cosa”, son vistos casi como lujos con los que muy pocos sueñan. Para los que tienen 30 años o menos, el hogar en propiedad se percibe como la cadena que los ata a décadas de deuda con el banco, a un trabajo que no les satisface, a un barrio con el que no se identifican. Una trampa en la que no piensan caer.

Hace poco recordábamos que, según los datos del INE, un 41% de familias no puede hacer frente a un pago con el que no cuentan (mi anterior entrada). En dicha situación, y salvo casos de pobreza extrema, poco supone una caña que, por otra parte, cumple otra función que la progresiva modernización del país había hecho desaparecer: salir a la calle, a la plaza del pueblo o al portal de casa para charlar con tu hermano, tu amigo o tu vecino. La cerveza compartida es un catalizador social que sirve para la consolidación de una red que aguantará nuestro peso en caso de que las cosas vengan mal dadas.

Socializar, socializar...socializar

La perversión del ahorro obligado
La pregunta que da título a este artículo parte de una perversa lógica que, según mi experiencia personal, suele salir casi siempre de la boca de aquellos que nunca han tenido problemas para llegar a final de mes. Si hay crisis económica, lo lógico, según esta pregunta retórica, es que la gente deje de consumir por completo cualquier cosa que no sean bienes de primera necesidad. ¿Una cena? ¿Una entrada para el cine? ¿Una caña? Ni se te ocurra: si estás parado, cobras poco o tienes un contrato temporal estás obligado a quedarte en casa, bajar las persianas, acurrucarte debajo de una manta y rechazar todos los placeres que supongan el más mínimo dispendio económico.
Solo alguien que no ha tenido nunca problemas de dinero podría pensar que gastar tres euros en una cerveza vespertina es un acto de irresponsabilidad.
Una lógica completamente incoherente en un mundo marcado por el consumo, la publicidad y la identidad a través de la compra, que por una parte nos anima a consumir sin parar mientras que por otra censura todo gasto en apariencia innecesario. ¿De verdad “innecesario”? Tampoco conviene perder de vista que el ocio es parte importante de la salud psicológica, como contar con amigos o familiares a los que recurrir. Tan solo alguien que no ha tenido nunca problemas de dinero podría pensar que gastar tres euros en una cerveza vespertina es un acto de irresponsabilidad. Para mucha gente, es la única clase de ocio que pueden permitirse.

La situación no cambiará, y probablemente, se agudizará. Los jóvenes han aprendido a renunciar a sus sueños a largo plazo para centrarse en llegar a final de mes, ahorrar para unas vacaciones más o menos atractivas y, el año que viene, ya veremos (spoiler: estarás exactamente igual). Esta lógica ha venido espoleada desde el discurso político y empresarial, aquel que ha repetido hasta la saciedad que los trabajos para toda la vida no existen, que el signo de los tiempos es vagar de empleo en empleo buscando una supuesta realización personal a través del trabajo, que da igual qué hayas estudiado porque pronto habrás quedado obsoleto. En ese contexto, conseguir conversación, bebida fresca, un bocado y un hombro donde llorar –esto no viene incluido, pero es fácil de encontrar– es toda una ganga.

¿Crisis, qué crisis?

Ya vuelvo...
Los que me conocéis ya sabéis de sobra que coincido con lo dicho  en el artículo, especialmente la última parte, esa en la que el periodista dice que solo los que no tienen dificultades para llegar a fin de mes (osea nosotros que podemos incluso invertir ahorros), somos los que decimos que es una temeridad eso de gastarte unas perras en ocio (algo fundamental y necesario para que tu coco siga fluyendo...al menos para mi), y que lo mejor es meterte en tu cueva y no gastar ni un céntimo.

Otra cosa: Pongamos un par de cañas al día (no es mi caso que solo salgo sábados y domingos, je,je,je...aunque bebo más de dos cañas): 3 euros x 300 días ( que algunos llueve o hace frío, je,je,je)= 900 pavos . ¿después de currar como un cabrón todo el día no nos podemos permitir ese lujillo?

Y otra cosa más ¿qué coño hacemos con 900 euros?, ¿invertirlos en qué?, ¿qué te dan a cambio?... pues una puta mierda, eso es lo que te dan...y sin embargo si te los pules por ahí...socializas y como dice el periodista...te olvidas de los problemas... y tu salud psicológica te lo agradece.Y no estoy hablando de ahogar las penas en alcohol...te las puedes tomar 0,0 (aunque sea un sacrilegio, je,je,je). Y no me vale con este año son 900, al otro 1950, al otro 3000...en diez años sigue siendo una puta mierda...y has llegado a los 40 tacos sin darte cuenta y perdiéndote tus mejores años...en casa.

También coincido con el artículo en el gusto de mucha gente que prefiere su ratillo diario de ocio a cambio de una semana de vacaciones por ahí. A mi me compensaría más mi pequeño momento de alternar con los amigos, antes que una semana de vacaciones...Pues ¿qué es una semana?. Pero menos mal que gracias a Dios (y no es Paramés) no me veo en esa tesitura de tener que elegir...y de momento (toquemos madera...ya está ya me he tocado la cabeza, ¿o el serrín no vale?, je,je,je) puedo con mis cañas y mi semanita vacacional.

Sé que uso mucho la palabreja esa de socializar, será que soy muy de las costumbres de este país...incluso en la época de nuestros padres y abuelos, y aunque fueran tiempos oscuros de posguerra, ese era su deporte favorito,(vale que tampoco tenían ná mejor pa entretenerse) ir al bar a tomarse algo después de una dura jornada de trabajo y a jugar la partida...y a la hora de cenar tu madre que te mandaba a buscarlo...¿me vas a decir que no te suena?, ¡joder, incluso en "Cuéntame", Carlitos iba a buscar a Antonio a la tasca a la hora de cenar!

Es que a mi me gusta mucho eso de socializar

Como siempre resalto que coincido con cualquiera que me diga que si ese céntimo lo necesitas para otra cosa importante, eso irá siempre antes que una cervecita o ir al cine...o lo que sea...pero creo que sabéis que si el céntimo que me sobra después de los gastos importantes, me recomendáis que mejor lo ahorre y lo invierta antes que socializar con mi entorno...ya sabes a dónde te voy a mandar...Sí acertaste: allí a donde amargan los pepinos.

No es lo que se espera de un blog de bolsa , ¿y quién coño ha dicho que esto es un blog de bolsa?.

Por cierto el otro día 31 blogueros entre los que Opinatron tuvo la "genial" idea de incluirme (se ve que el muchacho es muy de socializar y ese día había socializado de más, je,je,je ¿o era que se había fumao algunas hierbas extrañas?) rspondieron en su blog a 4 preguntas y todos menos un chalao que tiene un pseudoblog en el que dice sandeces y cuenta chistes decían exactamente lo mismo...Todos, los 30 blogueros cortados por el mismo patrón. Así que uno llega a dos conclusiones:

-Si son 30 contra uno...Ellos tendrán razón y no yo...
-O son una secta (pues todos contestan lo mismo) y yo soy el único cuerdo que no ha caído todavía en su doctrina, je,je,je.

A los 30 blogueros y a todos vosotros yo les propondría un jueguillo, al hilo de la entrada de hoy;
Partamos de la base de que puedes ahorrar unos 100 euros al mes, algo es algo,  y ya nos saldríamos de esos grupos de personas que no pueden llegar a fin de mes... (es un juego, no empecéis a decir que ¡qué poco!)
Solo podemos permitirnos en el bolsillo 3,22 euros diarios y tenemos que elegir:

a) Te vas con tus colegas a socializar al bar de la morena (y mañana al de la rubia, je,je,je) y te tomas dos cervezas hoy, y mañana otras dos...y vengaaaaa el 3º día una cocacola, y así todo el mes je,je,je. Eres el rey de la socialización. También vale para las señoras que prefieren bajar al bar de su camarero favorito...

b) Te das una vuelta por esos blogs que tengo ahí a la derecha y ves que lo mejor es trincar los 3,22 y comprarte una Mapfre que te van a dar 13 céntimos netos cada año (guaaauuu 13 centimazos, je,je,je). O sea 7 Mapfres por semana... pero no te da el sol, no socializas y como dice el dicho sobre todo si eres joven: "Follas menos que el que saca la guitarra en las acampadas"

c) Te vas a tomar tus cervezas con los colegas, el lunes, el martes, el miércoles, y el jueves y viernes descansas y te compras 2 Mapfres...pero el sábado y el domingo son sagraos que además está cerrada la bolsa, je,je,je . Total, has socializao, tu salud posiblemente esté jodida por el alcohol pero tu salud psicológica está mejor (aunque solo sea por los vapores de la cerveza, je,je,je)...¡Vives coño!...Y además has invertido en tus flamantes nuevas Mapfres.

Si tu respuesta es a) háztelo mirar borrachuzo...

Si es la b) háztelo también mirar triste que eres un triste...y sectario je,je,je

Pero si eres de los míos de los de c)...háztelo mirar también porque no vas a ser IF en tu puta vida, pero al menos nos reimos, je,je,je.

Cambia el bar, o la terraza, (que definitivamente vais a pensar que soy un borracho) por el cine, por el gimnasio, comprate unos libros, algunos cds, un videojuego, por una cenita por ahí de vez en cuando, por un concierto, un viajecito...lo que sea...hay mil formas de socializar por no tanto dinero...por una ganga como termina el periodista el artículo. Sí, una ganga si miras las ventajas que tiene relacionarte con tu entorno, porque no todos se van a quedar en casa como tú , ¿o si?, entonces sí que sois una secta y habrás elegido la opción b).

Eso sí, si tu señora no es de socializar, igual te toca quedarte en casa, je,je,je...así ahorras.

Una última cosa y ya me voy que mañana empiezan las ferias de Plasencia...A mi mujer que sí le gusta socializar, ya me ha encasquetao el concierto de mañana en la plaza de los Celtas Cortos a eso de las 23:30. ¡A ver quién es el guapo que la dice que yo no voy que al día siguiente me toca currar...!
Pues nada me acostaré supongo que sobre la 1 y media o las 2 para levantarme a las 6:30, irme al trabajo y salir a las 14:00 en la que seguiremos socializando con los amigos en las cañas...hasta las 20:00 o lo que se tercie. y luego por la noche otra vez... para repetir lo de las cañas a la mañana siguientes. Menos mal que el viernes y sábado no curro, ¿si no cuándo coño duermo?...que ya tenemos una edad. Si puedo me echaré un siestón a la tarde antes del concierto porque si no me voy a ver muy perjudicao...pero por sueño , ¿eeeehhh?

¿Qué pasa Pecador?...hoy como vienes con tu señora no te acercas a saludarnos.

Editado el día 8-6.

Estamos de ferias, estamos de cachondeito...bueno realmente yo no, mientras Plasencia duerme la noche de juerga, fuegos artificiales y conciertazo de los Celtas Cortos, algunos pringaos tenemos que madrugar y currar un poquito.
Bufff, me acosté a las 2 de la mañana y a las 6:30 sonó el despertador (doble por si me quedaba sobao), ya no estamos pa estos trotes, pero mereció la pena el concierto que dieron los Celtas cortos en la plaza ante un güevo de personas (que pa eso era gratis, je,je,je). Supongo que me pasaré la mañana lavándome la cara para quitarme el sorongo...y luego cuando salga a eso de las 2, llego a casa, como algo, me cambio (aunque a estas edades ya no se cambia, je,je,je), y me largo a las "cañas de Plasencia" una tradición ya milenaria en la que toda la ciudad y forasteros, nos echamos a las calles a beber, bailar con las charangas y lo que se tercie hasta las tantas...que pa eso somos una de las ciudades con más bares por habitante.

Madre mía 30 años en la música, y yo que los sigo desde el principio...Conclusión soy más viejo que los rodapiés de las Cuevas de Altamira.

Aquí os dejo un video de youtube con la (para mi) mejor canción de los Celtas ...la mítica "la senda del tiempo"...disfrutadla. (A los jóvenes , si no sabéis quien son estos vallisoletanos, es que no tenéis ni puta idea de música, je,je,je...¡qué tiempos! (otro día os hablo de Los Héroes del silencio, El Último de la fila, Extremoduro que son de Plasencia...los Hombres G, Mecano, Nacha Pop, Duncan Dhu, La Unión, Danza Invisible, Los Secretos, Rosendo, Gabinete Caligari, etc, etc)

El concierto duró dos horas, tienen un directo acojonante...una anécdota: cantaron todos sus temas populares, ¿todos?, acabaron el concierto y se despidieron..y la gente pidiendo los bises....yo pensaba que cantarían la canción más popular que tienen: "Cuéntame un cuento"...Salieron y cantaron 2 canciones pero no esa, se volvieron a despedir , esta vez ya para siempre y nos quedamos "sin cuento", hay que joderse, je,je,je.









Chistecito del día


Antes del matrimonio:

ÉL : ¡Sí!, Por fin. Que duro fue esperar.
Ella : ¿Quieres dejarme?
ÉL : NO! Ni siquiera lo pienses.
Ella : ¿Tú me amas?
ÉL : Por supuesto, una y otra vez
Ella : ¿Alguna vez me has sido infiel?
ÉL : Noo! ¿Cómo te atreves siquiera a preguntar eso?
Ella : ¿Me besarías?
ÉL : En cada oportunidad que tenga
Ella : ¿Te atreverías a golpearme?
ÉL : ¿Estás loca? No soy ese tipo de persona
Ella : ¿Puedo confiar en ti?
ÉL : Sí
Ella : ¡Mi amor!

Después del Matrimonio:
Lea de abajo a arriba




Chistecito del día bis


Un doctor salió a caminar una mañana por el parque y vio a una tierna viejecita, sentada en un banco fumando placidamente un cigarrillo, así que se le acerco y pregunto:

- ¡No pude evitar ver lo feliz que se ve!
¿Cual es su secreto?

Ella le respondió:

- Fumo 10 cigarros diarios. También me tomo una botella de Jack Daniels por semana y como solamente comida basura. Los fines de semana salgo hasta tarde, tengo sexo y no hago ningún tipo de ejercicio.

El doctor le contestó:

- ¡Eso es extraordinario! ¿Cuantos años tiene?

- 34 -le respondió ella

Chistecito del día tris

Llega un borracho a las 3:00 de la madrugada a su casa, mete la llave despacio sin hacer ruido para no despertar a su mujer.
Pero la mujer lo estaba esperando y cuando abrió la puerta enciende la luz. El borracho al verse descubierto le dice:
- Qué!.
- Qué de qué!.
- Qué de qué o qué.!
- Qué de qué o qué de qué!.
- Qué de qué o qué de qué o qué!.
- Qué de qué o qué de qué o qué por qué!.
- Qué de qué o qué de qué o qué por qué pues qué!
- ¿Dónde andabas?

- No, no, no me cambies la conversación.'



Chistecito del día cuatrís

Entre dos borrachos

- Pues yo dedico 120 euros semanales a lucha contra el alcohol.

- ¡Venga ya !

- Que si, tío, cuanto más bebo yo, menos beben los demás.